Su vida cambio totalmente el 13 de septiembre de 1848, cuando se encontraba realizando su trabajo que consistía en hacer explotar las laderas de las montañas de la parte continental de Estados Unidos, facilitando así la labor de colocar las vías de ferrocarril que aterrizaran ese perímetro. Gabe, colocaba cargas explosivas en agujeros taladrados en la roca, llenaba esos agujeros con pólvora, colocaba un detonador y lo tapaba con arena, la cual era empujada con una barra de metal. Lamentablemente, ese día Gage en un descuido, olvido proveer de arena antes de presionar con la barra el agujero, lo que ocasiono una explosión, que hizo que dicha barra de 6 kg, 1 m de largo y 3 cm de diámetro, saliera disparada a 30 metros de distancia y que a su paso perforara el cráneo de Gage, introduciéndose por su mejilla izquierda y saliendo por la parte superior del cráneo, atravesando los dos lóbulos frontales y afectando específicamente en la región orbitaria interna y la corteza prelímbica dorsal.
Esta historia toma un rumbo que parece sacado de una película de ciencia ficción, cuando Gage se mantuvo consciente tras el accidente y ademas, relataba con naturalidad lo ocurrido. Luego de recibir la atención medica adecuada para detener la abundante hemorragia, causada por el paso de la barra de metal, y eliminar los fragmentos óseos alojados en la herida; Gage, mostró ciertos signos de mejoría, pero para sus amigos y familiares, nunca volvió a ser el mismo; ahora, era un sujeto grosero, irrespetuoso, caprichoso, inestable, con gran labilidad emocional e incapaz de contenerse cuando se encontraba en conflicto con sus deseos.
Este cambio tan abrupto de personalidad que sufrió Gage, fue la musa de muchos científicos quienes se interesaron por dar explicación a este fenómeno y así, Kleist propone que el lóbulo orbitario anterior está vinculado al comportamiento ético social del hombre; asimismo, la corteza orbitaria posterior esta relacionada en la activación de emociones inhibitorias; adicionalmente, la abolición de la corteza prelímbica dorsal izquierda, esta conectada con la apatía y el desinterés; la corteza frontal dorsal externa, áreas 9 y 10 esta ligada al control valorativo o cognitivo de los estímulos; y, la corteza polar basal lateral temporal esta vinculada con la asociación de la cognición y la emoción que permiten una adaptación conductual.
Finalmente, el extraordinario caso de Phineas Gage fue el primer caso documentado sobre daño cerebral y conducta anormal, ademas de ser el primer ejemplo documentado de síndrome disejecutivo en la historia de la Neuropsicología.
Referencias.
Dispenza, J. (2008). Desarrolle su cerebro: la ciencia para cambiar la mente. Editorial Kier.
Molina, F. A. (2012). El caso Phineas Gage, una revisión de la historica de la neurobiología. Alcmeon, 17(3), 227-48.
Portellano J. A.(2005). Introduccion a la neuropsicologia. Madrid, España
Sandy Paola Gomez Lara
Estudiante de Psicología
